NBA: los Blazers dan a Outlaw y Blake a cambio de Camby
Tras las lesiones de sus pivots, Greg Oden y Joel Przbylla, Portland Trail Blazers necesitaban con urgencia un center, y aunque si bien han cubierto buena parte de la temporada sin él, no se concibe la idea de jugar los partidos importantes y los playoffs sin un hombre de altura. Por eso, han buscado opciones en estos últimos días antes del límite de traspaso y se han reforzado con Marcus Camby.
Camby procede de Los Angeles Clippers, mide 2’11 y lleva una dilatada carrera en la NBA, pasando por Toronto Raptors, New York Knicks y Denver Nuggets. Rondando los 800 partidos de liga regular, el veterano pivot de 35 años promedia 10’7 puntos, 9’8 rebotes y 2’6 tapones por partido, porque si en algo ha destacado Samurai Camby durante su vida deportiva ha sido en su defensa. Destacar que Camby es un expiring, o sea, termina contrato a final de temporada.
Otros dos expirings es lo que recibe los Cippers: Steve Blake y Travis Outlaw. La marcha de Camby a los Clippers no les supone gran cosa, teniendo en cuenta que Chris Kaman es el pivot titular del equipo. Más bien al contrario, la salida de este jugador posibilitará más minutos para DeAndre Jordan, un pivot de segundo año en el que los Clippers tienen puestas muchas esperanzas, esperando que se convierta en la pareja de baile de Blake Griffin en el futuro juego interior de la plantilla.
Con la llegada de Blake, un base que no amasa mucho el balón y que por tanto se adaptaría bien a un rol secundario, el puesto de ‘1’ en los Clippers se sobrecarga, por lo que no es de extrañar que en los próximos días Sebastian Telfair salga del equipo. La llegada de Outlaw aporta calidad en los puestos de ‘3’ y ‘4’, un jugador eléctrico para revolucionar partidos y con un muy buen tiro de 3, para dar refresco a Al Thornton, o quien sabe si para darle salida, porque en Los Angeles no están muy contentos con la evolución del joven alero.
Egoistamente, este traspaso beneficia a corto plazo a Rudy Fernández. El backcourt de los Blazers se queda algo vacío y el balear es la primera opción desde el banquillo para tapar el puesto de alero, y debería ser la primera para tapar el puesto de escolta, aunque de McMillan y su amor por Bayless y Batum podemos esperar cualquier cosa.
Vía | NBA