NBA: Earl Watson, un despido de récord
Los Phoenix Suns están llamados a ser uno de los peores equipos de la Conferencia Oeste y de la NBA en general durante esta temporada. Sin ninguna gran estrella, la única aspiración de la franquicia de Arizona durante este curso era de la de dar minutos a los jugadores más prometedores y posicionarse bien de cara al próximo draft.
Los Suns esperaban perder partidos, pero no perderlos así
Ante esta tesitura, el papel de un entrenador es residual ya que perder partidos es el objetivo de un equipo al que no le queda otra que hacer tanking. Si bien, en el seno de los Phoenix Suns han considerado que hay formas y formas de perder partidos, con toda la razón del mundo, y que puestos a perder, que menos que ser mínimamente competitivos.
Cosa que no estaban siendo los Suns. El estreno en el opening day de los de Phoenix fue uno de los peores de toda la historia, perdiendo por 48 puntos ante los Blazers. Después de un partido en el que los Suns perdió de dos ante los Lakers (aunque encajando la friolera de 132 puntos), llegó otra derrota aplastante: 130-88 ante los Clippers.
Y los dirigentes de los Suns no aguantaron más, tomando la decisión de despedir a Earl Watson. Un despido de récord, pues el ya ex técnico de los Suns (y ex jugador durante más de una década en la NBA) sólo ha durado tres partidos de una temporada, al punto de que nunca antes había sido despedido otro técnico con tanta premura.
Watson se va de los Suns con el segundo peor porcentaje de la historia
Watson dirigía a los Suns desde el despido de Jeff Hornaceck durante la temporada 2015-2016, dirigiendo en ese curso al equipo en 33 partidos y ganando sólo 9. Del curso siguiente ganó solamente 24 y de este no ha ganado ninguno, por lo que Watson se va a despedir con uno de los peores ratios victorias – derrotas en la historia de la franquicia.
El despido de Watson no fue bien encajado por un jugador, el base Eric Bledsoe, que tuiteó «no quiero estar aquí» al salir la noticia, algo que algunos ven como una clara petición de traspaso. Fue una muestra más de que en los Suns las cosas no van bien y que el particular «process» de esta franquicia va a ser bastante complicado.
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