NBA: el final de una época en los Boston Celtics
Tras la marcha de Ray Allen el año pasado, que como agente libre apostó a caballo ganador y se alistó en los Miami Heat, el famoso Big Three de Boston Celtics se rompía. Era para muchos el fin de una era, pero no es ni mucho menos comparable a la revolución que va a haber en Boston este verano. Con la marcha de Doc Rivers, el entrenador, y la marcha de las otras piezas del Big Three, estamos ahora sí ante el fin de una era.
Una era victoriosa, culminada con un anillo en 2008 y una final en 2010, que se acaba casi de mala manera, con las relaciones entre todos un poco agotadas. En especial con el manager del equipo, Danny Ainge, que ahora se verá en la tesitura de construir un equipo alrededor de Rajon Rondo, la única estrella que se le ha quedado en el barco tras los últimos movimientos.
Lo primero fue la salida de Doc Rivers a los Clippers para sustituir a Vinny Del Negro, que no ha conseguido sacar el brillo que se le espera al dúo Paul – Griffin. Rivers se va a Los Angeles, donde ya estuvo un año como jugador, y lo hace de una forma que nos puede resultar chocante, mediante traspaso a cambio de unas futuras rondas de draft. La NBA tuvo que dar el visto bueno para que así fuera.
Mediante traspaso también salen Paul Pierce y Kevin Garnett directamente a los Brooklyn Nets, incluyendo en el paquete también a Jason Terry. A cambio, de viaje a Boston los Nets envían a Gerald Wallace, Tornike Shengeila, Reggie Evans, Kris Humphries y Keith Bogans. Con las rondas de draft que tiene y con alguno de estos jugadores y los que hay en plantilla, ahora a Ainge le toca ir por una estrella, un reclamo a la altura de Boston.
Mientras, los Nets juntan un quinteto con mucho nombre con Deron Williams, Joe Johnson, Paul Pierce, Kevin Garnett y Brook Lopez, todo bajo la tutela de un entrenador novato como Jason Kidd. El banquillo se les ha quedado un poco corto con este movimiento, pero ahora mismo los Nets son un destino apetecible para buenos veteranos o secundarios en busca de un equipo ganador.
De todos modos, todo es duda ahora mismo, tanto el rendimiento de estos nuevos Nets como lo que va a pasar en Boston, donde seguro que habrá más movimientos. Mientras tanto, vayan haciéndose la idea de ver a Pierce con otra camiseta que no sea la de los Boston Celtics. Va a costar porque en quince años en la NBA sólo ha llevado el trébol en la solapa. Por algo lo llamaban el Capitán Verde.