NBA: Jeff Foster, una carrera deportiva por unos colores
En el mundo del deporte hoy día, refiriéndome en especial a los deportes de equipo, es muy complicado que un jugador desarrolle toda la carrera en un mismo club. Si bien los hay, porque de todo hay excepciones, es muy difícil encontrar ejemplos como el de Jeff Foster, un jugador de la NBA que la pasada semana fue noticia porque se ha retirado del basket profesional.
Trece temporadas son las que ha estado Jeff Foster en la NBA, y las trece ha vestido la camiseta del mismo equipo, los Indiana Pacers. Lo mismo que Reggie Miller, que tampoco cambió nunca de equipo, aunque con una carrera menos prolífica que la histórica estrella del equipo de Indiana, lo cierto es que Foster es otro emblema de esta franquicia que siempre ha defendido.
Nacido en San Antonio y criado en la Universidad de Texas, Foster se presentó al draft de 1999 y no fue elegido por los Pacers, sino por los Golden State Warrios en el puesto 21 de la primera ronda. Sin embargo, fue inmediatamente traspasado al equipo de Indianapolis, del mismo modo que llegó ese mismo año Jonathan Bender, drafteado por los Toronto Raptors.
Los números en su carrera no son precisamente su fuerte. Ha jugado más de 700 partidos en la NBA y sus promedios, en liga regular, son de 4’9 puntos y de 6’9 rebotes de media, unos números flojos pero quizá suficientes para un jugador que ha sido normalmente suplente y que no gozaba de muchos minutos por partido, pero que se ganaba al público por su implicación y por el esfuerzo que demostraba cada noche.
Unos problemas crónicos de espalda han puesto punto y final a su carrera ahora, antes de que acabe la temporada. El hombre que ha lucido el número 10 en la camiseta de los Pacers se va siendo el cuarto jugador con más partidos de la historia y el tercero con mayor número de rebotes ofensivos, la especialidad de la casa si hablamos de Jeff Foster.