NBA: Kawhi Leonard, el último MVP de las finales

Los Spurs son un equipo especialista en encontrar estrellas donde otros equipos no. Pueden achacarlo a la suerte, si quieren, o pueden pensar que hay un gran trabajo de scouting por detrás, el caso es que, en más de una ocasión, los Spurs han hecho que los demás managers se tiren de los pelos por haber dejado escapar a ese jugador que ahora brilla en San Antonio y que no supieron valorar.

El ejemplo más sangrante es el de Manu Ginobili, que fue elegido en segunda ronda del draft. Tony Parker también nos sirve para este menester, pues no apareció hasta el puesto 28, y hasta Danny Green, número 48 nada menos de su draft, valdría pues ha conseguido llegar a ser un titular resultón. Ahora, a la lista de ejemplos hay que añadir el nombre de Kawhi Leonard.

Aunque Leonard fue una elección relativamente alta de draft, mucho más que los ejemplos anteriormente puestos, hay que decir que no fue uno de los jugadores más llamativos de la camada de 2011. Para los muchos que se preguntan de dónde ha salido, les diré que lo eligieron los Pacers en el puesto número 15, y que lo traspasaron a San Antonio para conseguir a George Hill, con el beneplácito de Larry Bird en la operación. Hill, por cierto, que es otro de esos jugadores made in Spurs, otro número 28 del draft.

Leonard era tenido como un rol player, un jugador de complemento en el quinteto titular. Era tenido como un gran defensor, lo que atestiguaba siendo el mejor «ladrón» de los Spurs gracias a esas manos de un tamaño fuera de lo común, capaces de tocar balón por muy escondido que esté, y un buen reboteador para su tamaño. Pero esto no lo ha convertido en uno de los más jóvenes MVP de las finales de la NBA en toda su historia.

Lo que ha convertido a Leonard en el hombre del momento es su agresividad al otro lado de la canasta. Tras echarle muchas horas extras, tanto en el gimnasio como en la cancha aprendiendo fundamentos, el jugador que pronto cumplirá 23 años se ha convertido en un estilete ofensivo con grandes recursos, capaz de jugarse tiros exteriores, de crearse sus propias situaciones o de penetrar sin miedo en la más nutrida de las zonas. Por eso, su papel ha ido creciendo en los Spurs en estos 3 años, conforme evolucionaban sus aptitudes y también su físico.

No deja de ser curioso que Popovich se opuso al traspaso que trajo a Leonard a los Spurs, aunque finalmente la operación se llevó a cabo. Hoy, el hombre que sí confió en este tímido, discreto y callado alero se lleva las manos a la cabeza. Buford, el manager de los Spurs, no imaginaba que Leonard iba a alcanzar el nivel que ha alcanzado, que iba a auto erigirse como la futura estrella de los Spurs, que iba a hacer preguntarnos a todos donde estará su techo.

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