NBA: la liga despide a Michael Redd, uno de los mayores tiradores de los últimos años
Una de las noticias de la NBA de estos últimos días, y que no tiene nada que ver con estos primeros partidos de la temporada, es la retirada de Michael Redd. La NBA despide a un jugador que ha sido uno de los mayores tiradores de los últimos años, un killer que desarrolló prácticamente toda su carrera deportiva en los Milwaukee Bucks.
Unos Bucks que acertaron de pleno cuando eligieron a Redd en el draft del 2000. En un draft que no fue precisamente de un gran nivel, los Bucks eligieron al que ha sido uno de los mejores jugadores de esa generación nada menos que en el puesto 43, ya en la segunda ronda. Diramos pues que Redd fue lo que suele llamarse un robo del draft.
Su temporada rookie no fue precisamente ideal, ya que se la pasó la mayor parte del tiempo lesionado, en la que fue una de las mejores temporadas de los Bucks en los últimos años. Sin embargo, confiaron en él y al curso siguiente Redd se afianzó como sexto hombre del equipo, como dinamitador de los partidos. Por esa época, consiguió el récord de triples en un sólo cuarto, 8, récord que sigue en vigencia.
A comienzos de la temporada de 2003, los Bucks iniciaron una reconstrucción que dejó a Redd como jugador franquicia del equipo. Y el escolta respondió pues a partir de entonces iba a promediar más de 20 puntos por temporada, llegando a su tope en la 2006-2007, con 26’7 de media. Entre medias, llegó a ser un año All Star y fue oro en Pekín 2008 jugando con los Estados Unidos, aunque con los Bucks nunca llegó muy lejos.
Redd nunca fue un jugador físicamente sólido, y habitualmente se perdía varios partidos por temporada. Sus problemas físicos se agravaron en 2009, ahí comenzó un calvario de lesiones varias del que nunca llegó a salir. Tras salir de los Bucks, firmó un año por los Suns, para jugar en 2012 los que fueron sus últimos partidos en la NBA.
Con 34 años, tras 12 temporadas en la NBA y el último curso en blanco, dicen que Redd tenía ofertas pero que renunció a hacer pretemporada con ningún equipo pese a que poco antes había dicho que quería jugar para algún con equipo con posibilidades al anillo, para no irse de vacío. De vacío se irá, aunque con el recuerdo de haber protagonizado alguna noche mágica con la camiseta de los Bucks.