NBA: los Mavs traspasan a Calderón a los Knicks
La carrera de José Calderón en la NBA no encuentra asiento. Tras pasarse siete años y medio en los Toronto Raptors, el equipo que sacó de la ACB para llevárselo a los Estados Unidos, en el último año y medio ha pasado por otros dos equipos, con unos meses en los Detroit Pistos y una temporada en los Dallas Mavericks tras salir como agente libre, y ya va camino del tercero.
El nuevo destino del base extremeño es los New York Knicks. En las últimas horas se ha fraguado un traspaso entre la franquicia neoyorquina y los Dallas Mavericks, en el que los tejanos reciben a Raymond Felton y Tyson Chandler, uno de los que ganó con los Mavs el anillo de 2011, a cambio de enviar a la Gran Manzana a Samuel Dalembert, Shane Larkin, Wayne Ellington y dos segunda rondas del draft, más Calde, claro está.
En un principio, no están muy claras las intenciones de cada equipo con este movimiento. Por ejemplo, desde el punto de vista de los Mavs, necesitaban un pivot defensivo y también un base defensivo. Y si Chandler, aunque ya no es el que era, puede ilusionar en algo a la afición y puede ser muy útil si está sano, Felton difícilmente lo hará, dado que es un jugador que ha perdido el rumbo de su carrera.
En cambio, desde la perspectiva de los Knicks, se quitan de encima a dos jugadores que no aportaban mucho al equipo y con altos salarios, pero se hacen cargo del largo contrato de cuatro años de Calderón, cosa que no suena muy bien cuando tienes entre manos un equipo que hay que reconstruir. La gran duda ahora es si Calderón llega a los Knicks para quedarse o es para ser moneda de cambio.
Las opciones parecen ahora mismo al 50%. Mientras la mayoría apunta a que Dalembert será cortado y que los otros dos jugadores pasarán a rellenar el fondo de armario, hay quien apunta que Calderón tiene visos de ser una moneda de cambio para otro movimiento y hay quien cree que podría ser un jugador que encaje bien en lo que Fisher y Jackson quieren para los nuevos Knicks.
Lo cierto es que Calderón es un base con buen tiro exterior, con pocas pérdidas y ya no amasa tanto balón como en sus primeros años, aunque tiene la pega que sigue siendo un agujero en defensa. Si al final se queda, sería el segundo jugador español en jugar como local en el Madison, tras Sergio Rodríguez, y curiosamente se reencontraría con un viejo amigo, Pablo Prigioni, de quien fue compañero en el por entonces TAU Vitoria.
Foto | Knicks