NBA: revolución en los Blazers
Al contrario que otros años, esta temporada la llegada a la fecha límite ha sido bastante tranquilita. No se movió Dwight Howard, no se movió Deron Williams ni tampoco Pau Gasol, que eran los jugadores que podían haber protagonizado un traspaso sonado. Así pues, el protagonismo se lo han llevado los Portland Trail Blazers, que han realizado una pequeña revolución en su plantilla.
El equipo lo cierto es que no va bien. A pesar de que ya el año pasado contaron pocos partidos con él, parece que los Blazers, o McMillan tal vez, no han superado la retirada de Brandon Roy. Y así, este año lo vemos deambular con los últimos equipos de la Conferencia Oeste, con un balance negativo de 21 victorias y 23 derrotas, no lejos de los playoffs, pero con varios equipos por delante.
La primera medida ha sido la de despedir a Nate McMillan, el que ha sido entrenador del equipo durante los últimos seis años. Mucho más valorado en su país que en España, donde se le tiene bastante tirria por no darle bola a Sergio Rodríguez y a Rudy Fernández, McMillan se marcha después de haber metido al equipo en playoffs durante los últimos 3 años y con su balance personal en positivo. Y tiene mucho mérito, pues los Blazers son un equipo que han tenido muchos problemas con las lesiones durante estos años.
Los siguientes cambios han sido traspasos, que han cambiado un poco la fisonomía de la plantilla. La salida más notoria es la de Gerald Wallace, uno de los hombres llamados a ser importantes en el equipo, que ha tomado rumbo a New Jersey para jugar en los Nets. De allí en su lugar vendrán el pivot turco Mehmet Okur y el ala pivot Shawne Williams.
El otro cambio ha sido entre Blazers y Rockets. A Houston se ha marchado el veterano pivot Marcus Camby y a Oregon han llegado el pivot Hasheem Thabeet y el base Jonny Flynn, dos jugadores que fueron elegidos muy altos en el draft, número 2 y número 6 del draft de 2009 respectivamente, pero que hasta ahora no han demostrado el porqué pusieron tantas expectativas en ellos.
Aparte, para hacer hueco a los jugadores que llegaban, han tenido que cortar a otros dos jugadores. Uno es Chris Johnson y el otro es Greg Oden. El número del draft de 2007, eterno lesionado, ha terminado por agotar la paciencia de los dirigentes de los Blazers, que han preferido perder 1’5 millones de dólares, lo que costaba desprenderse del jugador, a seguir teniéndolo en la plantilla.