NBA: Scott Brooks, de los Thunder, nombrado entrenador del año
La NBA ya ha otorgado el premio al mejor entrenador de la temporada 2009/10, un galardón que ha recaído en Scott Brooks, el técnico de los Oklahoma City Thunder. En la votación, realizada por periodistas y comentaristas deportivos Brooks ha resultado ganador con 71 votos, superando ampliamente a Scott Skiles, que ha llevado a playoffs a unos Bucks que partían como uno de los peores equipos de la liga, y a Nate McMillan, cuyos Blazers han pasado a la post-temporada con medio equipo de baja por las lesiones.
El mérito de Scott Brooks también es grande. Los Thunder se han colado en la octava plaza de la competitiva Conferencia Oeste con un registro de 50 victorias y 32 derrotas, el mismo balance que han logrado los Boston Celtics, cuartos en el Este. Además, en su serie contra Los Angeles Lakers están dando la cara y, tras perder los dos primeros partidos, han ganado los dos siguientes para igualar a 2 la eliminatoria.
Con Kevin Durant como estrella y máximo anotador, los Thunder son un grupo de jóvenes que están progresando adecuadamente y que por tanto, tienen un futuro brillante en la liga. Junto a Durant, consagrado ya como estrella de primer nivel en esta temporada, destacan otras buenas elecciones del draft como el base Russel Westbrook o el alero alto Jeff Green, pero también han rendido por encima de lo esperado jugadores de menor nivel como el ex-ACB Serge Ibaka.
Ese buen trabajo en los despachos se ha visto complementado por el buen hacer de Brooks en el banquillo en la primera temporada completa al frente de los Thunder. Brooks llegó a los por entonces Sonics de Seattle como entrenador asistente tras desempeñar la misma función en Denver y Sacramento, y tras el desastroso inicio de liga el año pasado, con 12 derrotas consecutivas pasó a ser el entrenador principal y lograr 23 victorias, 27 menos de las que ha conseguido este año.
Como jugador, apenas destacó. Brooks fue un base que llegó a la NBA a finales de los 80 y que pasó como un suplente de poco físico (apenas 1’80 de estatura) en sus doce años de carrera por varias franquicias como Sixers, Mavericks, Timberwolves o Rockets. Precisamente con los de Houston se proclamó campeón de la NBA en 1994, con Rudy Tomjanovich en el banquillo y Hakeem Olajuwon en la cancha.
Vía | SoloBasket