NBA: World Peace y Bargnani, las nuevas ¿estrellas? de los Knicks
Después de una muy buena temporada regular, los Knicks soñaban con pelearle a los Miami Heat la posibilidad de estar en la final de la NBA y luchar por el anillo. Pero en las semifinales de la Conferencia Este llegaron los Indiana Pacers y sorprendentemente dejaron fuera al equipo de New York. Por eso, a los de Woodson se les quedó un regusto amargo tras el final de una temporada que parecía prometedora.
Pero no queda otra que levantarse y comenzar a preparar el proyecto para la nueva temporada que se avecina. Ha habido algunas bajas, como la de Jason Kidd que se retira para ser entrenador de los Nets, pero en general el bloque continúa, con Carmelo Anthony, Amare Stoudemire y J.R. Smith como puntales, una vez lograron cerrar la renovación del mejor sexto hombre de la pasada temporada.
Y por supuesto, vienen refuerzos. Los Knicks han conseguido hacerse con los servicios de Andrea Bargnani, vía traspaso. Los Raptors, a cambio de este número 1 del draft que ha resultado ser un poco fiasco, reciben a Steve Novak, Marcus Camby y Quentin Richardson, además de varias rondas del draft. Un jugador lastrado por las lesiones, que juega por dentro aunque es alérgico a la zona y al rebote, pero que en buena forma llegó a promediar 20 puntos por partido.
Un traspaso extraño, que compromete aun más financieramente a New York, que se entiende mejor cuando se descubre que el agente del italiano tiene también varios de sus clientes afincados en el equipo de la Gran Manzana. Además, hay que señalar que el contrato de Bargnani se termina para este curso, lo que dejará un buen espacio para renovar a Carmelo Anthony al año siguiente, y que además hará la feliz a la comunidad italiana que vive en New York.
La otra estrella, entre comillas, que llega a New York para esta temporada es nada menos que Metta World Peace, el jugador conocido en otros tiempos como Ron Artest. El alero de 33 años fue amnistiado por los Lakers, justo pocos días después que World Peace asegurara que le iban a extender el contrato, pero ha encontrado probablemente el mejor acomodo posible, el de los New York Knicks, el de su casa.
Nacido en el barrio neoyorquino de Queens, Metta World Peace está lejos del nivel que le dio fama en la NBA, pese a que en el curso pasado cuajara algunas series de partidos de bastante nivel, lo que hizo pensar en una especie de resurgimiento que nunca llegó. Por lo que estamos ante un jugador que, dadas sus características y dada la personalidad que tiene, lo mismo convierte a los Knicks en un equipo mejor que un polvorín a punto de estallar.