Todo lo que necesitas saber sobre la memoria muscular
Cuando leas u oigas el término «memoria muscular» debes saber que se aplica a dos conceptos. La definición de memoria muscular se puede referir tanto a la capacidad de un músculo para volver rápidamente a un estado de hipertrofia tras un periodo sin entrenamientos como a la memoria motriz o neuromuscular, la capacidad de recrear un hábito de movimiento muscular que permita ejecutar una acción con eficiencia y efectividad. En este artículo nos vamos a centrar en la primera acepción. ¡Allá vamos!
¿Qué es la memoria muscular?
Cualquier persona que haya dejado de entrenar una larga temporada y lo haya retomado después se habrá percatado de que recuperar su estado físico lleva menos tiempo.
Sin embargo, hasta 2018 no había evidencias científicas de que la memoria muscular efectivamente existiese. La memoria muscular es un fenómeno a través del que la musculatura de nuestro cuerpo es capaz de recordar las exigencias que ha tenido que enfrentar en el pasado de modo que puede dar una respuesta rápida si estas vuelven a aparecer en el futuro.
Se trata de una adaptación evolutiva de los humanos que probablemente servía para recuperar el tono muscular entre temporadas de caza. Los cazadores-recolectores del paleolítico se aprovecharían de este mecanismo fisiológico gastando menos energía en el invierno y estando en su máximo esplendor durante las épocas de cría de los grandes mamíferos a los que daban muerte para obtener carne.
¿Cómo funciona la memoria muscular?
La memoria muscular se basa en la epigenética. La epigenética es la capacidad de nuestros genes de expresarse de forma diferente dependiendo de las condiciones ambientales. Se trata de una rama relativamente reciente de la genética, por lo que no es extraño que la explicación al fenómeno de la memoria muscular se haya demorado tanto en llegar.
El estudio Human skeletal muscle possesses an epigenetic memory of hypertrophy publicado en la prestigiosa revista Nature por un equipo multidisciplinario de la Universidad de Keele (Reino Unido) descarta ideas previas como la multiplicación de mionúcleos o el estiramiento de la fascia, dos de las hipótesis que barajaban los científicos anteriormente.
En concreto, el estudio británico descubrió cuatro genes que se activan durante la hipertrofia y no pierden su estado cuando el músculo retorna a su estado original. Otro conjunto de cinco genes operan de igual modo cuando se regresa nuevamente al estado de hipertrofia. Estos sirven como un sistema de confirmación. Finalmente, los investigadores también descubrieron otros cuatro genes que se activan con tan solo una sesión de entrenamiento de resistencia. Permanecen en este estado por 22 semanas.
Los mecanismos concretos que llevan a la rápida hipertrofia de los músculos todavía no están descritos en detalle. Por lo menos tenemos confirmación de aquello que todos hemos experimentado: regresar a nuestro mejor estado físico es más fácil que llegar a él por primera vez.
¿Cuánto dura la memoria muscular?
Como hemos apuntado en el anterior párrafo, la memoria muscular depende de diversos genes. El funcionamiento de estos es igualmente diverso. Así, mientras unos se activan tan solo por 22 semanas, otros aparentan no desactivarse.
En este caso, es más práctico guiarse por las experiencias de los deportistas, pues la ciencia va rezagada. Así, algunos especialistas en fitness aseguran que la memoria muscular puede perdurar un mínimo de 15 años. Ciertos deportistas agraciados podrían conservar esta capacidad para toda la vida.
Esto pone de manifiesto que nunca es tarde para volver a entrenar y que si alguna vez tuviste un estado físico elevado, podrás recuperarlo.
¿Cómo mejorar la memoria muscular?
Mejorar la memoria muscular es sencillo. El truco es alcanzar una hipertrofia superior a la que se tuvo anteriormente. Los entrenos con bajo número de repeticiones y alta carga son el modo idóneo de lograr este crecimiento muscular deseado y, por ende, un incremento de la memoria muscular.
¡Suerte!
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