No es bonito
Rafa Nadal no calló su opinión, de sobra conocida, acerca del sistema que se utiliza actualmente para llevar a cabo los controles antidopaje. Tras expresar su alegría por haber vencido a Lleyton Hewitt, Rafa se mostró indignado por cómo se trata a los tenistas a este respecto.
«No sé si es constitucionalmente correcto que uno tenga que decir dónde tiene que estar una hora cada día. Es una falta de privacidad enorme. Un precio muy alto por jugar al tenis que tenemos que pagar, aunque yo soy el primero en querer un deporte totalmente limpio».
Nadal siempre ha manifestado su apoyo para conseguir un circuito limpio y libre de dopaje. Sin embargo, el de Manacor opina que todo tiene un límite.
No debemos olvidar que un beso con alguien la noche antes del partido, un abrazo con un fan en el estadio o ciertos productos de higiene personal pueden costarle a un tenista profesional 2 o más años de suspensión…. Por otra parte, si los controles se volviesen demasiado laxos y previsibles sería muy fácil trucarlos.
La polémica está servida, pero la FIT ha tomado su decisión mucho antes de entrar en debate: David Ferrer fue levantado a las 6 de la mañana de su habitación sin previo aviso para ser objeto de un análisis… ¿invasión de la intimidad? Casi seguro… ¿necesario para “pillar” a quienes si se dopan? Probablemente.
No es fácil elegir bando en esta disputa, jugadores, jueces, asociaciones… todos tienen argumentos de sobra y el tema del dopaje, por desgracia, está demasiado de actualidad como para mirar para otro lado. Quién sabe qué derroteros tomará finalmente el asunto. Estaremos alerta.