Una nueva edad de oro en la historia del tenis

Una nueva edad de oro en la historia del tenis

Escrito por: Adrián Cabanas    16 septiembre 2010    2 minutos

Sin duda, estamos ante el mejor momento del deporte español, con triunfos en fútbol, baloncesto, fórmula 1, motos, ciclismo… pero el hombre del momento en España es Rafa Nadal y quizá sea él quien representa el mejor momento del tenis no sólo español, sino a nivel mundial.

Ha habido varios grandes campeones a lo largo de la historia de este deporte, pero pocas veces han coincidido en un mismo momento tres grandes fenómenos como Federer, Djokovic y el propio Nadal, rodeados además de una pléyade de grandísimos tenistas como serían Murray, Davydenko, Del Potro, Roddick o Tsonga, pero ninguno de ellos llega al nivel de los tres primeros clasificados de la ATP.


Este trío de maestros es, con diferencia, el más regular a la hora de poblar las rondas finales de los grandes torneos y cada vez que se enfrentan el espectáculo es grandioso. Sólo una cualidad supera su talento dentro de un partido, y es su caballerosidad fuera de él. Y es que si por algo deberíamos recordar y poner de ejemplo a estos grandes campeones es por las lecciones de deportividad y humanidad que demuestran cada vez que se dirigen al gran público.

Tres estilos diferentes y tres personalidades distintas. Nadal, el luchador infatigable, siempre humilde e incluso tímido antes las cámaras; Federer, la elegancia y el talento puro, es igual de elegante con una raqueta que con un micrófono en las manos; y Djokovic, todo fuerza y corazón, el más suelto ante la prensa, bromista y divertido. Tres hombres distintos, y tres caballeros, tres ejemplos que encarnan los mejores valores del deporte.

Seguramente sea esto lo que pueda hacer esta época superior a cualquiera precedente. No perdamos la oportunidad de disfrutar de estos fenómenos con una raqueta en las manos, pero sobre todo, no perdamos la ocasión de ensalzar los valores que proclaman y aprendamos de su ejemplo sin descalificar a los rivales de nuestro compatriota como tan a menudo hace la prensa de nuestro país, empeñada en enzarzarse en guerras intestinas contra cualquiera que se enfrente a un español.

Reconozco que, aunque siempre quiero que sea Nadal quien gane, si tiene delante a Federer o a Djokovic me cuesta entristecerme pensando en una victoria de cualquiera de estos dos grandes campeones. Y quizá sea ésta la mejor solución de todas para poder sentarme frente al televisor y disfrutar asombrándome con cada golpe de estos tres genios inigualables del deporte.

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