Playoff Ascenso a 1ª división: el Córdoba logra el ascenso, 42 años después, con una pequeña ayuda de la afición canaria
El Córdoba consiguió en el estadio de Gran Canaria un empate a uno que le dio el ascenso a la liga BBVA, 42 años después. Con un ambiente sensacional y las gradas teñidas de amarillo, el equipo canario tuvo en su mano jugar la próxima temporada en la élite del fútbol español pero, un incidente al final del partido, empañó dicha proeza con unas consecuencias que, a la postre, fueron definitivas para el resultado final.
Los primeros compases del partido no tuvieron un dominador claro. Las Palmas y Córdoba se tanteaban con mucha presión sobre sus espaldas por la importancia de lo que se jugaban. El equipo de Josico comenzó a empujar un poco más, adelantando sus líneas y presionando el intento de sacar el balón por parte del Córdoba. La primera oportunidad canaria, con un disparo de falta de Momo, despejado por el meta Juan Carlos, supuso el inicio del dominio territorial insular pero sin mucho peligro.
De hecho, la ocasión más clara del partido, hasta ese momento, llegó en el minuto 25, para el Córdoba. Un disparo de falta que saca López Garai y que Barbosa despeja a córner en una estupenda parada. Las Palmas, por su parte, volcaba su ataque por la banda derecha pero sin mucha efectividad. En el minuto 28, se produce una jugada polémica en el área del Córdoba. Raúl Bravo sale al cruce para tapar la internada de Momo, derribando a este en un más que posible penalty que el colegiado del encuentro no vio. 4 minutos después, otra ocasión insular, en un fallo de Gunino, del cual se aprovecha Momo con un disparo que vuelve a repeler Juan Carlos. Los mejores minutos de dominio y ocasiones de Las Palmas se producían en esos momentos.
Una tímida llegada del Córdoba, con ocasión de Pedro, era todo lo que en ataque realizaría el equipo de Chapi Ferrer de ahí al final del primer tiempo. Las Palmas continuaba con su dominio, consiguiendo, en el minuto 44, la oportunidad más clara del partido, con un disparo cruzado de Nauzet, tras fallo de la defensa del Córdoba, que tropieza con el palo derecho de la portería de Juan Carlos. Con ello, se iba la primera mitad con mayor dominio de Las Palmas y alguna que otra ocasión de gol.
La segunda parte fue otra historia. Las Palmas salió más animoso ante la indolencia del Córdoba por subir las líneas. Con sólo 3 minutos transcurridos, fallo garrafal de Raúl Bravo, que pierde un balón en la banda izquierda, en favor de Aranda. El delantero canario se interna, mira y cede atrás, a la frontal del área donde llega Apoño y fusila a Juan Carlos, marcando el 1-0. A partir de ese momento, el dominio canario continuó y el Córdoba parecía no poder reaccionar en el estadio gran canario.
Las Palmas comenzó a tener las oportunidades más claras del partido pudiendo sentenciar este en el minuto 19, en una contra en la que, otro disparo de Apoño, es enviado a córner por Rául Bravo. 2 minutos después, Aranda se planta delante de Juan Carlos y su chut es repelido por Juan Carlos, en otra pérdida de balón del Córdoba en el centro del campo. Eran los minutos más angustiosos de los chicos de Ferrer que no conseguían dominar la situación y eran totalmente estériles en ataque.
Y llegamos al desenlace final del partido. El Córdoba adelanta poco a poco sus líneas, intentando buscar el gol que le diera el ascenso, mientras que, Las Palmas, procuraba aprovechar cualquier fallo de la zaga cordobesista. Uno de esos fallos dio lugar a otra oportunidad canaria, en pies de Vicente Gómez, a los 41 minutos, que casi marca rechazando un balón mal despejado por Juan Carlos. Estábamos en los últimos instantes del partido, cuando llegamos al añadido.
A falta de 1 minuto y medio para acabar el tiempo de añadido la afición canaria celebraba por todo lo alto el ascenso a primera, doce años después. Tal fue la emoción que algunos aficionados comenzaron a saltar al campo mientras el partido aún se estaba jugando. Los jugadores y el árbitro se quedaban atónitos. El partido se detuvo mientras las fuerzas de seguridad intentaban (de manera muy tibia, la verdad) contener al público que había asaltado el terreno de juego. Incluso el presidente del club, Miguel Ángel Ramírez, se vio obligado a bajar al césped para intentar solventar la situación.
Pasaron varios minutos hasta que, de mejor o peor manera, se pudo desalojar a los aficionados y enviarlos a la zona más lejana, en la pista de atletismo. Se planteó, por parte del colegiado del encuentro, la suspensión del partido. Finalmente, se volvió a una situación de más o menos normalidad y se reanudó el encuentro. Tras entrar en el último minuto y medio, Las Palmas se desconcentró y, a 10 segundos del final, un centro desde la banda derecha por parte del Córdoba llega a los pies de Raúl Bravo, solo de marca. Su remate se queda corto pero, cuando parecía que Barbosa lo atraparía, sólo rozó el esférico, dejándolo muerto en la línea de gol para que Uli Dávila, muy atento, lo empujara al fondo de la red y consiguiera el tanto que destrozaba las ilusiones canarias y daba el ascenso al Córdoba.
Poco después, el árbitro daba por finalizado el encuentro, desalojando a toda carrera el terreno de juego ante la nueva invasión de aficionados canarios. El espectáculo volvía a ser bochornoso, en especial para el resto de aficionados que se habían comportado de manera ejemplar durante todo el partido. La realidad es que, 42 años después, el Córdoba vuelve a la máxima categoría del fútbol nacional, mientras que, La U.D. Las Palmas ve como sus sueños de ascenso se esfuman, por un grupo de mal llamados aficionados, que emborronaron lo que debió ser la fiesta del fútbol canario. Así es este deporte.
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