Previa Superbowl XLIX: New England Patriots – Seattle Seahawks

Previa Superbowl XLIX: New England Patriots – Seattle Seahawks

Escrito por: apuerta    1 febrero 2015    3 minutos

La noche del 29 de septiembre los Patriots caían con estrépito en Kansas City ante unos Chiefs que les habían encajado 41 puntos secando a la ofensiva hasta tal punto que Jimmy Garoppolo, QB rookie, salió al campo en un acto que se estudió mucho durante los días posteriores.


Ese detalle fue el cebo perfecto para que toda la prensa norteamericana saltase en busca de carnaza al cuello de un Tom Brady del que se dijo que su tiempo había pasado. Para colmo llegaban los Bengals, sin derrotas en ese momento y con una semana de descanso, preparados para darle la puntilla al veterano QB al que muchos veían acabado. El resultado del partido fue 17-43 para el conjunto de New England, con 23/35 para 292 yardas y 2 pases de TD de Brady.

Esta pequeña introducción es sin duda el resumen perfecto de lo que es el campeón de la AFC, la mayor dinastía de los últimos 12 años, con 6 apariciones en la SuperBowl y 3 victorias hasta el momento.

Tom Brady.

Bill Bellichick.

Nunca se puede dejar de contar con ellos. La que es probablemente la mejor dupla QB-Head Coach de la historia de la liga se presenta en Arizona después de vencer con autoridad a todo el que se puso por delante -exceptuando a los Packers-  y tras sobrevivir a los Ravens y vapulear a los Colts en el camino de los Playoff. Pero, ¿cuáles son las razones que han permitido que, a pesar de que en opinión del que escribe los Seahawks sean claros favoritos, New England esté a un paso de conseguir su cuarto anillo de campeón de la NFL?

La mejoría de la ofensiva es probablemente el cambio más percibido por el espectador tras las primeras cuatro semanas de competición. La aparición de Brandon LaFell como 2º WR de garantías para Brady y la ausencia de lesiones de Gronkowski han posibilitado las holgadas victorias de los Pats durante la temporada.

Frente a la poderosa secundaria de Seattle, la conexión de estos dos receptores se hace aun más importante, ya que las recurridas rutas intermedias de Edelman y Amendola se antojan complicadas de ejecutar ante los marcajes de Chancellor, Bobby Wagner y Richard Sherman. 

Aun más esencial para NE será el establecimiento de un juego de carrera seguro, quizá la principal debilidad del Front-7 Seahawk. Las carreras norte-sur de LeGarrette Blount y Aaron Gray unidas a la versatilidad de Vereen serán las principales bazas de Brady para evitar el colapso del pocket por el mal estado de su línea ofensiva, manteniendo la duda entre el pass rush y mantener a los LB en cobertura si se ejecuta el play action con eficacia.

Sin embargo, parece que en defensa el cuadro de Belichick tenga teórica superioridad con el buen nivel de Revis y McCourty en la defensa aérea y la capacidad de salir en ruta de Collins y Hightower, dejando como mayor grieta la espalda de Brandon Browner en rutas profundas.

No obstante, la fragilidad de la defensa a la carrera, ya patente en la ronda divisional ante Forsett, se convierte en más problemáticas si se tiene en cuenta que quien se presenta en frente es nada más y nada menos que Marshawn Lynch. Así, se hace primordial la ayuda de Ninkovich y Chandler Jones en la oclusión de gaps, con un Wilfork que se enfrentará a dobles bloqueos con casi total seguridad.

Pero esto es la SuperBowl y cualquier aspecto teórico puede distanciarse de la realidad cuando en el campo hay dos jugadores tan impredecibles como Tom Brady y Russell Wilson. ¿La conclusión? A las 00:30 en Canal + 1, prepárense para el mayor espectáculo deportivo del planeta, no les defraudará.

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