Las reacciones a las acusaciones de Yannick Noah
A Yannick Noah no le debió sentar nada bien la victoria de España en la final del Eurobasket sobre Francia, selección en la que jugaba su hijo, el neoyorquino Joakim Noah. Porque si no, de otro modo, no hay manera de explicar la pataleta de niño de guardería que ha tenido recientemente. Imagino que ya saben de que hablo, sus declaraciones sobre la poción mágica de Asterix y Obelix y los deportistas españoles.
El ex-tenista afirmaba en el diario Le Monde que el éxito actual del deporte español se debe al dopaje y no al trabajo. Y es que no hay otra manera de justificar o de entender el que un país comience a acumular éxitos deportivos que antes no lograba en un periodo de tiempo que el estima «de la noche a la mañana», cuando en realidad habla de aproximadamente 20 años.
El caso es que a Noah seguramente se le olvidó recordar que, por poner un ejemplo, la selección que ahora domina el mundo del balonmano, la de Francia, no había conseguido una medalla hasta la década de los 90. O sin ir más lejos, la propia selección en la que juega su hijo, la de baloncesto, llevaba 40 años sin rascar una medalla hasta que ganaron la plata en Sidney 2000. ¿Existe entonces poción mágica también en esos casos, o sólo si hay deportistas españoles implicados?
Las reacciones a estas declaraciones del afamado músico francés no se han hecho esperar, y uno de los primeros que se ha sentido señalado ha sido José Luis Sáez, presidente de la FEB, y más después de las falsas acusaciones de dopaje que llegaron desde Lituania hace algunos días. El presidente de la FEB ha asegurado que incluso se plantea llevar a los tribunales a Noah, así aprenda a medir sus palabras o mínimo, a justificarlas.
El tenis español también ha reaccionado a estas declaraciones del ganador de Roland Garros en 1983. De entre todos, destaca las declaraciones de Toni Nadal, tío y entrenador del campeón español, que tira de refranero para decir que «se cree el ladrón que todos son de su condición». Con estas palabras, Toni Nadal ponía en duda la propia honradez de Yannick Noah, algo que no viene precisamente de ahora.
Y es que en su propio país se considera que Noah iba hasta arriba aquel año de 1983 para ganar el único Grand Slam de su carrera tenística, algo que hemos podido leer recientemente en L’Equipe. El ministro de deportes de su propio país también ha señalado lo desafortunadas e innecesarias que son estas declaraciones de Noah en Le Monde, un diario que también acusó de dopaje al Barcelona, y que tendrá que pagar 15 mil euros de indemnización por ello.
En fin, yo soy el primero que reconozco que el dopaje en España no está perseguido como se debería (¿qué pasa con la Operación Puerto?¿qué pasa con la Operación Galgo?) pero que venga un campeón señalado a dar lecciones y sin pruebas, y no será porque no pasen controles, me parece sencillamente lamentable. Lo bueno de todo esto es que ha pasado siempre y con todos los que han ganado, sean de España o de la cochinchilla, y ahora nos ha tocado a nosotros. Eso significa que ganamos.