Resumen 2012 WRC: Sebastien Loeb ganó su 9º título antes de anunciar su retirada
La temporada 2012 en el WRC ha tenido momentos emocionantes pero sobre todo será recordada por ser aquella en la que se ha producido el final de una era en la que Sebastien Loeb ha sido el absoluto protagonista. El piloto francés se anotó el título de Campeón del Mundo por novena vez consecutiva y además anunció que se despedía del campeonato al que solo volverá en carreras puntuales para poder enfocarse en nuevos objetivos.
La pretemporada en el WRC fue algo incierto porque los problemas económicos también pasan factura a este caro deporte así que no se sabía qué equipos participarían en el campeonato. Finalmente, Citröen y Ford aseguraron su presencia como máximos favoritos al título y Mini pudo presentar un programa parcial en el que Dani Sordo era pieza clave.
Por suerte todas estas dudas pasaron a segundo plano cuando a mediados de enero el mítico Rally de Monte Carlo levantaba el telón del campeonato. El hielo y la nieve que había en los tramos nos dejó ver algunas de las fotos más bonitas del año. En la batalla por la victoria vimos que Sebastien Loeb empezaba el año con fuerza y Dani Sordo podía luchar con los mejores. Finalmente, el francés se llevó el triunfo y el español quedó en la segunda plaza haciéndonos creer que la temporada para el piloto de Mini podría ser mucho mejor de lo que finalmente fue.
De Monte Carlo los pilotos viajaron al Rally de Suecia donde la nieve y los pilotos escandinavos fueron protagonistas. Loeb no arriesgó en esta superficie y los que brillaron fueron los Ostberg, Solberg, Hirvonen o Latvala que consiguió el triunfo final, algo que también había conseguido en 2008.
La victoria de Latvala y el 5º puesto de Loeb ajustaron el campeonato pero cuando el francés desembarcó en México impuso su calidad, dominó de principio a fin y se llevó la victoria por sexta vez consecutiva. La victoria de Loeb podía ser el presagio de la primera escapada del francés al frente del campeonato pero en el Rally de Portugal el de Citröen fue una de las víctimas del caos en el que la lluvia convirtió la prueba lusa.
El piloto francés abandonó y el triunfo fue inicialmente para su compañero Mikko Hirvonen. Sin embargo, el noruego fue descalificado tras examinarse su coche y el triunfo pasó a manos de Mads Otsberg.
A partir de la cuarta prueba del año el dominio de Loeb y el equipo Citröen fue aplastante y los pilotos de Ford ayudaron cometiendo muchos errores y no estando nada finos. Esos factores permitieron al francés ganar 5 pruebas consecutivas con las que sentenciaba el campeonato que en esa fase vivió pruebas algo aburridas para los espectadores porque no había emoción en la lucha por los triunfos y el equipo Citröen gobernaba el campeonato a sus anchas.
Parte de culpa de ese dominio la tuvo Jari-Matti Latvala que sufrió un accidente mientras entrenaba que le impidió ir al Rally de Argentina. Allí su plaza la ocupó Dani Sordo que tuvo un gran rendimiento que se vio empañado en la última jornada cuando tuvo que abandonar por problemas mecánicos.
La victoria en Argentina fue para Loeb que también ganaría poco después en el Rally Acrópolis con Hirvonen en la segunda plaza comenzando ya a ampliar su ventaja al frente de la clasificación.
En Nueva Zelanda los dos pilotos de Citröen volvieron a hacer doblete, algo que repitieron en el Rally de Finlandia en el que Jari-Matti Latvala quedó en la tercera plaza. El de Ford fue segundo en la siguiente prueba, en Alemania, donde Loeb ganó por 9ª vez consecutiva poniéndose ya con 199 puntos por los 104 que tenía Solberg en la tercera plaza y 145 de Hirvonen en la segunda. Era el mes de agosto, quedaban todavía meses de competición pero el título tanto de pilotos como de constructores estaba más que sentenciado.
En las últimas cuatro pruebas del año la emoción pasó a otros temas como ver hasta donde llegaban los increíbles récords de Loeb o saber si el francés decidía retirarse o continuar un año más. En Gales Loeb fue algo más conservador y los Ford arriesgaron más así que Latvala pudo apuntarse el triunfo y romper la racha de seis victorias consecutivas que habían cosechado el mito de este campeonato.
La siguiente cita desplazaba a los pilotos a Francia y allí estaba más que claro que Loeb tendría ganar de lucirse porque era su país y su público, los tramos pasaban por su región de nacimiento y él tenía la oportunidad de proclamarse matemáticamente campeón del mundo. Todo parecía perfecto en esta ecuación, solo faltaba que Loeb no fallara y no solo no falló sino que se apuntó el triunfo y se coronó campeón por 9ª vez consecutiva agrandando su leyenda.
Aunque en las últimas pruebas estaba todo decidido, todavía vimos momentos muy emocionantes como la primera jornada del Rally de Cerdeña en la que quedaron fuera Loeb, Solberg e Hirvonen. En esas circunstancias Hirvonen pudo conseguir su primer triunfo con Citröen antes de llegar al Rally de España en que Loeb se quiso retirar del campeonato con triunfo y demostrando que es el mejor y, quién sabe, si enviando el mensaje de que se retira porque nadie la hace sombra.
En la fase final del campeonato hubo noticias que llamaron la atención más allá de la competición porque los equipos empezaban a planificar la siguiente temporada. Por entonces supimos que Loeb lo dejaba y más tarde nos anunció un programa corto de 4 pruebas con el que se intentará sacar de las venas la adrenalina del WRC. También supimos que Ford se retiraba del WRC y que Jari Matti Latvala fichaba por el equipo Volkswagen.
La temporada 2013 ya tiene calendario y se abre con incertidumbre porque comienza una nueva era en la que no habrá en los tramos ningún campeón del mundo porque Loeb se retira y Petter Solberg no ha encontrado un buen programa para competir.
En Citröen se queda como jefe de filas Mikko Hirvonen y también se produce el regreso de Dani Sordo a la que fue su casa. El cántabro llega con el objetivo de sumar su primer triunfo tal y como comentó en la presentación del equipo. Los que dicen verse todavía sin opciones de optar a triunfos son los hombres de Volkswagen pero la calidad de Ogier y Latvala, pilotos principales del equipo, hace que todo sea posible.
Como veis, fue una temporada histórica y ahora estamos en la antesala de la era pos-Loeb en la que nos perdemos al gran campeón aunque quién sabe si esto hará subir la emoción porque sin él sobre pista, todo está mucho más abierto. Lo que si está claro es que la nueva temporada será emocionante y que estamos deseando que comience.