Se retira Amaya Valdemoro, la reina del baloncesto español
Desde que sigo el deporte, hablar de baloncesto femenino sin mentar a Amaya Valdemoro se hace imposible. Y no es para menos, pues la jugadora de 37 años es la que más veces ha vestido la camiseta de la selección española, y la que más éxitos ha cosechado a lo largo de su carrera. Por ello, comparto las palabras del presidente de la FEB al decir que «el baloncesto español no sería lo que es sin ella».
Ahora, tendrá que aprendar a sobrevivir sin Amaya porque la de Alcobendas ha decidido poner punto y final a su carrera. La ya ex jugadora anunciaba su retirada en su localidad natal, en una rueda de prensa junto a su compañera y amiga Elisa Aguilar. Una retirada por todo lo alto, tras lograr una medalla de oro en el Europeo este verano, y en un momento justo y acertado.
Acaba así la carrera de esta chica inquieta, que empezó a practicar atletismo, con el deporte como vía de escape para que su incontrolable carácter, y que no llegó a centrarse en el baloncesto hasta los 13 años. Mucho menos tardó en destacar, y así, un año más tarde ya estaba en Salamanca, a los 15 ya debutaba en la máxima categoría y a los 16 ya se enfundaba la camiseta de la selección española.
A esa edad ya ganaba sus primeros títulos, 1 liga y una Euroliga con el Dorna Godella. A partir de ahí, su palmarés ha crecido hasta conseguir a nivel nacional lo siguiente: 8 ligas, 9 Copas de la Reina y 3 Supercopas de España. De su aventura rusa también se trajo de recuerdo 3 copas y 1 liga, más dos mundiales de clubes, a sumar al que ganó con el Dorna Godella antes de ganar la Euroliga con este mítico equipo valenciano.
Amaya fue también la primera mujer española que dio el salto a la WNBA, elegida en el número 30 del draft por los Houston Comets en el año 1998. Sólo estuvo tres años, y compaginándolos con la liga española, pero no pudieron ser más exitosos, pues ganó en esos tres años el título de campeón. Fue el primer jugador de baloncesto español que ganaba un anillo de campeón en los Estados Unidos.
Con la selección, ganó el bronce en el Europeo de Grecia 2013, bronce de nuevo en Turquía 2005, plata en Italia 2007, bronce en Letonia 2009, un bronce en el Mundial de 2010, y el mayor éxito, el oro por fin, en el Europeo de Francia 2013. Siempre entre las mejores jugadoras, siempre entre las máximas anotadoras de estos torneos, se queda sin un éxito olímpico, con un 5º y un 6º puesto en sus dos apariciones.
Con el 13 a la espalda, Amaya nunca se escondió y fue durante muchos años alma mater del deporte femenino y el basket en particular, aunque supo dejar su lugar a las que venían empujando fuerte por detrás. Con la misma garra que demostró a lo largo de toda su carrera, sobre todo cuando se rompió las dos muñecas a los 35 años, deseamos ahora verla trabajando para la FEB. Las puertas las tiene abiertas, la pelota, como en muchas ocasiones, está en sus manos.