Ronaldinho sigue de fiesta en fiesta
El brasileño Ronaldinho se sigue dedicando a lo que más le gusta, a él y a todos, y no es el fútbol sino es lo que conocemos básicamente como la buena vida: samba, alcohol, mujeres y mucha fiesta. El mediapunta del AC Milan fue pillado de nuevo trasnochando y tocando los bongos con unas copitas de más en una discoteca en plenos Campos Elíseos de París, como para pasar inadvertido.
De todos modos, en esta ocasión las últimas imágenes de Ronaldinho de fiesta fueron tomadas en Francia después de que su equipo jugara ante el Atalanta y además consiguiera el gol del empate a uno para su equipo. El jugador tomaría un avión hasta la capital francesa al terminar el partido y celebraría entre samba y cervezas su gol y la discreta actuación de su equipo. Al menos en esta ocasión respetó un poco a su club y no se marchó en plena concentración como hizo en la jornada 2 de la Liga de Campeones.
Cuando el Barcelona se deshizo de Ronaldinho, la estrella del equipo y fundamental para los éxitos de la era Frank Rijkaard, algunos se llevaron las manos a la cabeza, pero hay que reconocer que la venta del brasileño fue un completo acierto y un gran negocio. Estamos asistiendo al ocaso como futbolista de Ronaldinho, un lento camino a la perdición que comenzó en el conjunto azulgrana cuando se convirtió en el mejor jugador del mundo, los contratos publicitarios lo hicieron de oro y conoció la movida de Barcelona y sus alrededores.
En Milan están que trinan. Los dirigentes del club intentaron mimarle para que volviera a ser ese futbolista determinante y devolviera al Milan a la élite en el Calcio y en el fútbol europeo, un lugar del que los rossoneros se han bajado. Sin embargo, el brasileño no es ni la sombra de lo que fue y el Milan no levanta cabeza ni entra en las quinielas para el Calcio ni para la Champions. Por eso, es probable que el club italiano intenten largar lo antes posible al jugador y por supuesto Nike, firma de la que el jugador es imagen, intente romper el contrato que les unen porque es evidente que no corresponde a los valores que la marca desea.
También está harto de él Dunga, el seleccionador brasileño, y Ronaldinho seguramente no será de la partida con el grupo que viaje al Mundial de Sudáfrica siempre que no cambie su actitud y se dedique a lo que sabía hacer: jugar al fútbol. Yo sinceramente, lo veo complicado. Más bien veo su futuro volviendo a la liga carioca y arrastrándose por los campos de fútbol como le sucedió en su día a Romario o más recientemente a Adriano.
Vía | Marca
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