Sálvame deportivo
Me gusta el fútbol y me gusta el deporte. Lo repito: Me gusta el fútbol y me gusta el deporte. Ni Real Madrid, ni Barcelona. Como digo y repito me gusta el fútbol y tiendo a declinarme según jugadores, entrenadores o estilo de juego. Es decir, no me guían los colores, me gusta este juego, tanto como me atraen los deportes de motor, el rugby o el hockey hielo.
No es que entienda en demasía del deporte rey, pero si sé que lo que he visto hoy desde la pantalla de mi salón ha sido un partidazo. Al igual sé que el trabajo de la prensa ha sido nefasto. Y alguien como yo, al que le apasiona el periodismo, sufre de ataques de corazón cada vez que entro en diarios o webs que no hace falta mencionar, que todos las conocemos.
Real Madrid y Barcelona iban a jugar la final de Múnich. Nada importaba que equipos como Milan, Lyon o los propios Bayern y Chelsea estuvieran por su camino. La suerte deparó unos cruces que la prensa española decidió convertir en un paseo de rosas.
Yo hoy me alegro. Al igual que me alegré ayer. No por la derrota del Real Madrid y del Barcelona. Yo me alegro por la derrota de una prensa sensacionalista, que deja el deporte de un lado para convertirse cada vez, irremediablemente, en el Sálvame deportivo.
Cuando el cambio de peinado de un entrenador o la muerte de algún piloto en competiciones de motor importa más que el simple hecho del disfrute de cualquier deporte empiezo a dudar de esto que conocemos por periodismo, del cuarto poder, de cambiar el curso a un fracaso al que estamos destinados los que aún creemos en esto.
un comentario
Es cierto. La prensa deportiva española es Real Madrid, FC Barcelona y luego, si hay tiempo, los demás equipos de fútbol. Rara vez se ve algo en TV que no es fútbol, y eso es triste cuando se conoce la amplia gama deportiva que existe actualmente.