Supercopa de Europa 2013: el Bayern gana en los penaltis
Pocas veces, por no decir ninguna, hemos visto una Supercopa de Europa en la que no había ningún equipo español que levantara tanta expectación como esta. Pero claro, ¿quién podía resistirse a ver un nuevo duelo entre Pep Guardiola y Jose Mourinho? Pues eso, morbo servido, amén de ver dos equipazos frente y con cuentas pendientes tras la final de la Champions de hace dos temporadas.
Cuentas pendientes que se resolvieron para el equipo que perdió de forma cruel ese partido, el Bayern, que ha ganado esta Supercopa prácticamente devolviéndole la moneda. La suerte de los penaltis que se alió entonces con el Chelsea se fue del lado del equipo bávaro, que suma su primera Supercopa europea. Pep Guardiola, de paso de sumar su primer título en esta nueva aventura, se quitaba el mal fario de nunca superar al Chelsea.
Aunque el Bayern ganó, hay que señalar que lo tuvo perdido la mayor parte del tiempo. El equipo alemán tuvo la posesión y tuvo las ocasiones, pero el Chelsea mató a la contra y se adelantó con un gol de Fernando Torres, magnífico gol del español tras una jugada no menos magnífica de Hazard. A partir de ahí, el Chelsea se metió con 8 y 9 jugadores en su área, y el Bayern no encontró el modo de superar esa telaraña.
El único que encontró la forma fue Ribery. El francés, elegido mejor jugador de Europa por la UEFA en el sorteo de la Liga de Campeones, se sacó un latigazo cuando el reloj marcaba el minuto 2 de la segunda mitad. Cech no pudo hacer nada para desviar ese enorme disparo desde fuera del área. A partir de ahí comenzó un partido nuevo, ¡y qué partido! Cada uno con sus armas, vivimos un festival de ocasiones.
Eso sí, nadie marcó y el partido se iba a la prórroga, con los de Mou en inferioridad por expulsión de Ramires aunque aparentemente más enteros. La prórroga comenzó con gol de Hazard, que encontró hueco para disparar y encontró la fragilidad de Neuer. Y con el 2-1, el Chelsea que nos encantó en la segunda mitad volvió a ser el Chelsea que se parapetaba atrás en la primera mitad. A resistir ante un frontón.
El Bayern de Guardiola tenía el famoso plan B que tanto se le pedía al Barça de Guardiola. Bombardeó una y otra vez balones al área, pero a cada remate aparecía Peter Cech. El checo se erigía como el héroe del partido pero no pudo detener la de Javi Martínez. Pasado ya el 120 de juego, un navarro marcaba el gol del empate y llevaba el partido a los penaltis, por primera vez en la historia de este torneo que por cierto, cambiaba Mónaco por Praga como sede.
Fue una tanda prácticamente perfecta, con lanzamientos perfectos para superar a dos porteros que se manejan bien en estas situaciones. Ya Cole casi falló en el 4-4, pero el poste la empujó adentro en vez de escupirla, ya Shaqiri casi falla el 5-4, y a la tercera Lukaku sí falló. La responsabilidad le cayó sobre los hombres a un gran y joven jugador que, esta vez, se vio superado. Su penalty fue casi un regalo a las manos de Neuer.
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