La fecha límite para realizar traspasos en la NBA está llegando a su fin, por lo que los rumores no sólo se disparan en las últimas horas, sino que los General Managers que buscan un traspaso se vuelven locos y entonces, nos vuelven locos a nosotros con traspasos como el que ahora nos ocupa, en el que tres equipos se han visto implicados: Wizards, Cavaliers y Clippers.
Sobre el Staples Center sólo vimos un equipo, aunque realidad también estaban jugando los Lakers, o más bien, Kobe Bryant. A pesar de sus números (35 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias), el escolta estuvo más fallón que nunca, perdió los papeles en varias ocasiones y estuvo más pendiente del arbitraje y de hacer la guerra por su cuenta. Lamentable la aportación de los segundas espadas: Pau estuvo desdibujado, Odom no se enteró de donde estaba y Bynum no se atrevió a superar la defensa de Shaquille O'Neal. Del banquillo mejor ni hablar.
Tras su fallido asalto al anillo de la NBA esta temporada, los mandatarios de los Cleveland Cavaliers están dando el todo por el todo para rodear a Lebron James con un equipo de garantías que les permita al menos llegar a disputar las finales de la NBA. El primero en unirse al proyecto fue Shaquille O'Neal y ahora ha llegado Anthony Parker, que en las tres últimas temporadas jugó en Toronto Raptors y que ahora llega a Cleveland como agente libre.
Contra todo pronóstico, los Magic han ganado la Final de la Conferencia Oeste. Todo el mundo (y me incluyo) apostaba por una final Cavs-Lakers que no se va a producir. La NBA se queda sin su final deseada y sin el gran duelo entre Kobe Bryant y Lebron James. Ahora todas las miradas estarán en la pintura, donde se verán las caras Superman Howard y Pau Gasol.
La clave es encontrar un amigo. Durante esta serie hemos visto como Lebron James (37 puntos, 14 rebotes y 12 asistencias) ha ido dejando exhibición tras exhibición, pero siempre ha estado muy solo, salvo ayer, cuando Mo Williams (24 puntos) saltó a la palestra. El acierto del base de los Cavs desde la línea de tres fue la ayuda que El Elegido necesitaba.
La tercera victoria de Orlando llegó en la noche de ayer. Los Magic han saldado con sendos triunfos los dos partidos de Florida y ponen contra las cuerdas a unos Cavaliers, que tendrán que ganar todos los encuentros que restan si quieren estar en la gran final. Gran partido el de ayer, con un marcador 116 a 114, tras un final de infarto y una prórroga que decidió el bueno de Dwight Howard.
La defensa fue la mejor arma de los Magic para neutralizar a los Cavaliers y conseguir la segunda victoria en el tercer partido de la serie. Una defensa que ahogó, e hizo sudar sangre en algunos casos, a unos Cleveland Cavaliers que jugaron su peor partido de playoffs en cuanto a porcentaje de anotación y que dependieron de un Lebron James, que pese a no estar acertado, volvió a acabar con unos números increibles.
Si podemos poner algún defecto a Lebron James, siendo exigentes, es que su tiro exterior no suele ser muy preciso. Eso sí, cuando tuvo que meterlo, lo hizo. Fue su primer triple en el partido, pero vale un partido. Con apenas un segundo de reloj, Lebron James (35 puntos) consiguió un canastón que da la victoria a Cleveland y empata la serie.
Los Cavaliers ya no son invencibles. En la noche de ayer Orlando Magic les infringió su primera derrota en lo que va de playoffs, y además, a domicilio. Lebron James regaló otra exhibición, pero no fue suficiente. Orlando jugó a lo suyo, fiel a su estilo, y se mantuvo vivo hasta un final que se resolvió con un triple de Rashard Lewis.
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