En la mañana del 11 de octubre de 2013 aparecía sin vida en la habitación de un hotel de Sevilla el cuerpo de María de Villota. Ese mismo día tenía previsto realizar la presentación de su libro La vida es un regalo en la capital hispalense. La autopsia posterior confirmó que su fallecimiento se debió a causas "absolutamente naturales".
El 9 de octubre de 1972, Emmerson Fitippaldi, a los 25 años, solo dos después de debutar en un Gran Premio, se convertía en el campeón del mundo más joven de F1, solamente superado posteriormente por Fernando Alonso en 2005, cuando el español logró el campeonato con 24 años de edad. Después el récord fue batido por Lewis Hamilton (en 2008, con 23 años y 9 meses) y Sebastian Vettel (en 2010, con 23 años y cuatro meses). El brasileño al volante de su Lotus 72, pese a no acabar el último GP en EE.UU., fue inalcanzable para sus rivales tras haber ganado 5 de las 12 carreras de las que se componía el campeonato.
Con el último Gran Premio de Fórmula 1 en Brasil, en el que Mark Webber ganó por delante de su compañero de equipo, las temporadas de automovilismo han llegado a su fin y, ahora los focos se centran en el baile de pilotos y en la pretemporada.
Tras un Gran Premio de Shanghai decepcionante, reflejo quizá de su desempeño en toda la temporada, Felipe Massa ha anunciado que buscará dar guerra en Corea para volver a estar entre los cinco mejores y, con ello, ayudar al español Fernando Alonso en su lucha por hacerse con el campeonato mundial de pilotos.
La gran perdedora en el Gran Premio de Shangai fue sin duda la escudería McLaren, que partía con sus dos pilotos como cuarto y quinto en el Mundial y terminaron la carrera en esas mismas posiciones con Vettel, Webber y Alonso por delante, con lo que ahora tanto Button como Hamilton se encuentran a más de una carrera de distancia de Webber con tres carreras por disputarse.
Se preveía un Gran Premio de Hungría aburrido y monopolizado por Red Bull, y así sucedió en las primeras vueltas en las que Sebastian Vettel volaba en la pista como un cohete y Fernando Alonso se las deseaba para frenar a Mark Webber y defender la plaza que le había ganado en la salida. Pero la entrada del safety car cambió la carrera por completo y en los boxes se vivieron momentos de auténtica locura.