Al terminar su contrato con el equipo Lampre, a Michele Scarponi no le ha costado mucho encontrar equipo para la temporada ciclista de 2014. A pesar de que el ciclista italiano ya no consigue los resultados que logró años atrás y a pesar de los escándalos de dopaje en los que se ha visto envueltos, el Astana decidió contratar al veterano corredor italiano.
Lo admito, yo ya no me aclaro con Franco Pellizotti, pero claro, si UCI, CONI ni TAS logran ponerse de acuerdo, como para hacerlo un humilde servidor. El ciclista italiano, en un lapso corto de tiempo, ha sido sancionado, condonado e indemnizado, y ahora nuevamente acusado y sancionado. Y todo por el dichoso pasaporte biológico, el nuevo programa de control que tan poco gustó a los ciclistas.
La capital francesa recibió como es tradición a los supervivientes de una edición del Tour de Francia. Un Tour de Francia que ha tenido dos héroes por encima del resto. El primero, Alberto Contador, líder de la general y ganador de dos etapas con una superioridad incontestable. El segundo, Mark Cavendish, que se lleva en el saco seis victorias de etapa, incluyendo en ellas la meta final de París.
Si algo no se le puede achacar a Euskaltel es falta de combatividad. El equipo vasco lleva intentándolo por todos los medios durante todo el Tour y practicamente en todos las fugas hemos visto un hombre de naranja. Hoy en la etapa decimosexta por fin uno de sus hombres ha podido levantar los brazos y celebrar el triunfo: Mikel Astarloza.
Que una jornada de las denominadas pirenaicas esté a punto de resolverse a favor de los sprinters o que el en el grupo principal haya aproximadamente cincuenta hombres al coronar todo un coloso como el Tourmalet, habla a las claras de lo descafeinada que ha sido la etapa de hoy y del poco tino que ha tenido la organización al diseñar un recorrido que ni mucho menos invitaba al espectáculo.
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