La catedral del motociclismo se despertó esta mañana fría y con su trazado empapado a causa de las fuertes lluvias y de las tormentas que cayeron durante toda la noche. Pero la salida del sol hizo que el trazado, parcialmente, se fuera secando, dejando un asfalto frió y parcialmente mojado que fue una perdición para los pilotos.