Anoche jugó Jake Livermore
La noche del 22 de marzo será muy difícil de olvidar para Lukas Podolski. El obseso futbolístico en el que se ha convertido el aficionado medio tras la exposición a altas dosis de diversas competiciones de clubes todos los días ve como estas fechas llamadas FIFA crean insoportables vacíos solo soportables con el consumo de algún Bosnia - Islandia de fase de clasificación o, peor, uno de esos amistosos rimbombantes que, en este caso, sirven para despedir a algún mito al borde de la retirada.