El fútbol es un espacio destinado para la diversión, la alegría y el disfrute. No obstante, en ocasiones, ocurre todo lo contrario, y el horror se apodera de este deporte. Si aún no nos habíamos recuperado de la tragedia vivida con el Chapecoense, en la que fallecieron más de 70 personas, ahora le toca el turno a Angola.
Era sábado, 15 de abril de 1989 el día que Liverpool y Notthingam Forest se jugaban una plaza en la final de la FA CUP en el Estadio de Hillsborough, hogar del Sheffield Wednesday. Sólo cinco minutos de partido transcurrieron en un día en el que el mundo contempló una de las grandes tragedias del fútbol británico y europeo en general.
Al menos 22 aficionados murieron y 132 resultaron heridos en una estampida en el estadio Houphouet-Boigny, antes del partido que enfrentaba a Costa de Marfil con Malawi, eliminatorio para el Mundial 2010, disputado en Abidjan, capital de Costa de Marfil. El partido no fue suspendido y los locales ganaron 5-0.. La FIFA ya ha pedido informes para aclarar lo sucedido.
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