Tras el sorteo celebrado ayer en Roma de los grupos para el Premundial de Voleibol, España ha conocido al fin a sus rivales, y el azar no se ha mostrado caritativo con los nuestros. Ni más ni menos que Cuba y, sobre todo, la potentísima selección de Brasil, actual Campeona del Mundo, han coincidido, junto a Túnez, en el grupo B de España.
Se lo merecían. Tras hacer historia al clasificar a la selección por primera vez para la segunda fase de un Europeo, nuestras jugadoras lograron poner la guinda al campeonato al culminar su papel con una gran victoria ante Bélgica por 3-2.
Tras un comienzo esperanzador en el que, pese a caer derrotadas ante Rusia, nuestras chicas mostraron un gran nivel ante todas unas campeonas del mundo, la selección volvió a caer derrotada, esta vez ante Bulgaria, aunque dando una imagen mucho peor que en partidos anteriores. España demuestra a rachas que es capaz de jugar al nivel de las mejores, pero también tiene importantes lagunas psicológicas que les hacen desaparecer del partido y que sus rivales encadenen puntos con una facilidad asombrosa. Fue este defecto el que condenó a la selección.
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