Cincuenta minutos de un Real Madrid sin cabeza
Zidane optó por el clásico 4-3-3 con ciertas modificaciones, especialmente en una medular donde Kroos quedaba como único pivote en una decisión que marcaría el devenir del encuentro. La ausencia de Casemiro por decisión técnica en busca de darle descanso fue clave, ya que Kroos desprotegido fue superado en todo momento al no contar con la suficiente ayuda de un Kovacic que volvió a mostrar su peor cara en la posición de interior, mientras que Isco quedaba como enganche, casi adelantado a la línea de media punta.