Tal día como hoy… Bob Beamon fijaba el récord mundial más duradero del atletismo
El 18 de octubre de 1968, el atleta estadounidense Bob Beamon establecía un nuevo récord mundial en salto de longitud alcanzando los 8.90 m. Este récord se convertiría en el más duradero del atletismo prevaleciendo durante 23 años, llegando a ser considerado por la revista Sport Illustrated como uno de los cinco mejores momentos del deporte en el siglo XX.
Beamon, pese a llegar como favorito a la cita olímpica con la mejor marca del año (8.33), entró por los pelos en la final con un discreto salto de 8.19 m. en su tercer intento, después de hacer nulo en los dos primeros.
El neoyorkino, a las 15.46 h. de México, con un viento favorable de 2 m/s (el máximo permitido para validar un récord), inició una carrera de 19 zancadas que le llevó hasta donde nadie antes había llegado. En estas Olimpiadas se estrenaba un nuevo medidor óptico con el que los jueces no pudieron verificar la distancia pues no alcanzaba la longitud suficiente para medir tal salto, teniendo que recurrir a la cinta métrica tradicional, que hubo que estirar hasta los 8.90 metros que pulverizaban el récord anterior de 8.35 que compartían su compatriota Ralph Boston y el soviético Igor Ter-Ovanesjan.
El récord perduró 23 años, hasta que fue superado el 30 de agosto de 1991 por los 8.95 metros que alcanzó Mike Powell en el Campeonato Mundial de Atletismo de Tokio. En todo caso, la marca de Bob Beamon aún perdura como el récord olímpico en la disciplina de salto de longitud.
Fuente| www.notimerica.com
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