Wimbledon 2013: Andy Murray derrota a Novak Djokovic y recupera el título para Gran Bretaña
77 años. Ese es el tiempo que los británicos llevaban esperando un sucesor para Fred Perry, es decir, un compatriota que fuera capaz de dejar el título de Wimbledon en casa. Andy Murray era el elegido desde hace año y eso había añadido al escocés mucha presión que le había pasado factura en ediciones anteriores pero en este 2013 las cosas han sido distintas y el jugador de Dunblane ha podido levantar el título.
Lo ha hecho tras ganar en tres sets a Novak Djokovic, número 1 del circuito. El partido ha durado algo más de tres horas y ha acabado con un marcador de 6-4, 7-5 y 6-4 a favor del británico que ha sido merecedor del triunfo ante un Djokovic que ha estado más inconsistente que de costumbre y que solo ha exhibido su excelso nivel de tenis en momentos muy puntuales del partido.
El calor tanto del sol como del público acompañó a ambos jugadores durante todo el partido aunque las preferencias de los aficionados eran claras a favor de Murray. Durante muchas fases del partido parecía que la superficie no era la hierba. Sobre ese verde del All England Club se han visto muchos partidos y ganadores que hacían el clásico juego de saque y red otrora recomendado para esta superficie. Con el tiempo eso ha ido variando y así de nuevo quedó patente en esta final que comenzó con largos intercambios que superaban los 20 golpes. Así el partido marchaba lento y cuando se alcanzaba la primera media hora de partido apenas si se habían jugado cinco juegos.
Por entonces ambos jugadores ya habían tenido problemas con sus servicios y había caído una rotura para cada uno. Murray volvió a romper para colocarse con 3-4 y Djokovic no pudo reaccionar por segunda vez así que vio como la primera manga se le escapaba tras una hora de juego. El serbio estaba teniendo problemas con su revés y no era efectivo en la red aunque se esperaba su reacción después de haberle visto jugar dos semanas a un fantástico nivel.
La reacción llegó en el comienzo de la segunda manga cuando Djokovic mejoró sus prestaciones para colocarse con 4-1 a favor. El set parecía en su mano pero entonces Murray reaccionó y encadenó tres juegos consecutivos que ponían el 4-4 en el marcador. Rara vez Djokovic deja escapar una ventaja como esa pero el serbio estaba enredado en el juego de Murray que le hizo jugar por debajo de su nivel (40 errores no forzados) alterando su patrón de juego que se tornó más impaciente en los peloteos y abusivo en recursos menos habituales como las dejadas.
La remontada cargó de moral a Murray que ganó el set y que se puso con 2-0 arriba en el tercero. Entonces el partido sufrió otro de sus altibajos y fue Djokovic el que vino arriba conquistando 4 juegos de forma consecutiva que le permitían ponerse con 4-2. Parecía que la final se iba a alargar un poco más, al menos hasta un cuarto set, pero de nuevo cuando estuvo abajo Murray sacó su mejor tenis y ganó 4 juegos de forma consecutiva que le daban el partido.
El último fue realmente para enmarcar. Murray se puso con 40-0 pero entonces Djokovic se mostró más agresivo que de costumbre y neutralizó esa ventaja. Cuando ambos tenistas iban abajo sacaban lo mejor de sí y nos dejaban puntos increíbles y juegos largos. Djokovic, de tener tres bolas de partido en contra pasó a tener puntos de break a su favor pero no los aprovechó mandando finalmente una bola a la red que desataba la alegría en la Central porque al fin el título era para uno de los suyos.
Siempre es duro perder en la final, pero el deporte es así. Estoy decepcionado porque acabo de salir de la pista, pero mañana estaré bien. En algunos momentos no tuve la paciencia suficiente», dijo. «Sabía que tenía que estar al máximo nivel para competir hoy. Él llegaba con una motivación enorme para ganar su primer título, pero yo también estaba motivado
comentaba Djokovic tras el partido. Por su parte Murray estaba en una nube y no se lo podía creer. Lo cierto es que en el último año el escocés ha crecido mucho tras conquistar el US Open, el oro en los JJOO y ahora su primer Wimbledon. Con dos grandes ya en su vitrina y este crecimiento, el escocés está listo para plantar cara a los grandes y aspirar a todos los torneos:
Es una sensación única, tan diferente… es el mayor éxito de mi carrera. Ha sido a través de un partido increíblemente duro, como habíamos esperado, y con juegos larguísimos. No sé cómo he sacado adelante el último juego después de perder tres ‘match points’. Ni recuerdo cómo fue el último punto ni sé cuánto duró el último juego. Todo el mundo quería ver aquí un ganador británico y sólo puedo dar las gracias a todos, y a la gente de mi equipo, en especial a Ivan Lendl
Foto | Wimbledon